Ayer celebramos el día de la madre y por este motivo hicimos una comida familiar. Obviamente, había que hacer un postre especial para una fecha muy especial y éste fue el resultado:
El bizcocho es la primera vez que lo hago y estaba riquísimo. Era un bizcocho de chocolate y cerveza Guiness. La verdad es que yo esperaba que tuviese un toque amargo o algo que recordase a esta bebida negra, pero lo cierto es que nada más lejos de la realidad. Era muy suave, nada empalagoso y me recordó al que suelo hacer de vino tinto.
Me apetecía mucho hacer una decoración con galletitas. En esta ocasión están decoradas con glasa y el nombre, además, con purpurina de color violeta y rosa. El relleno del bizcocho y también la capa de arriba era de merengue. No le añadí ningún tipo de almíbar porque ya estaba muy pero que muy esponjosito. El único problema que tiene -si es que realmente puede ser considerado un inconveniente- es el hecho de ser terriblemente blando. Por este motivo al partir se movía y se deshacía un poco, de ahí que la última foto no sea precisamente muy lucida.
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