Tal y como os comenté hace ya algún tiempo, me estoy animando a hacer distintos tipos de pan. En esta ocasión ha tocado el pan de aceite. La verdad es que está rico y es muy suave. También tenía ganas de hacer pan con frutos secos, pero como no tenía mucho tiempo para cascar nueces o almendras, me decanté por una bolsita de pipas de girasol que tenía en casa.
El pan lo hemos hecho en dos tipos diferentes de horno: el eléctrico y el de leña. El de pipas en el primero y el que no las tiene, en el segundo. No me atreví a hacer las dos hogazas en el de leña porque la semana pasada lo intenté y se me quemó por fuera y no se hizo por dentro. En fin, ¡hay que cogerle el truquillo al horno" No es complicado, pero hay que tener algunos factores en cuenta que los inexpertos como yo aprendemos mediante la práctica.
La verdad es que no encendimos el horno de leña sólo para cocer el pan. Teníamos intención de volver a hacer la receta de cordero que nos dio David y sabe muchísimo mejor en este tipo de horno. Sin embargo, el pan no estaba listo para la hora de la comida porque se puso a última hora, tras el asado del cordero. Pero no supuso un problema porque el de pipas sí que estaba listo.
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