Este pasado jueves fue el cumpleaños de mi hermana Laura y, el viernes, el aniversario de boda de mis padres. Por este motivo había que hacer una tarta muy especial que sirviese para celebrar ambas fechas, puesto que son en días consecutivos.
Pues bien, me puse manos en la masa y me decidí por una receta nueva, tal y como podéis leer en el título de la entrada. Tenía muchas ganas de hacer algún bizcocho con alguna verdurita del huerto y buscando y buscando encontré varias recetas con calabacín. A todos nos encantó y volveré a repetir la receta, ¡seguro, seguro! También llevaba canela, nueces y jengibre, que le dan otro toque. Éste es un bizcocho muy blando, puesto que el calabacín tiene un elevado contenido de agua, pero es muy esponjoso y tierno. Lo podéis apreciar en la última foto adjunta (la blonda está bastante húmeda).
Pero no fue especial tan sólo la receta, sino también la decoración. A mis sobrinos les hacía una ilusión especial ayudar en la tarta del cumple de su mami y de sus abuelitos, por lo que fueron ellos quienes hicieron las figuritas. Como podéis ver hicieron flores, caracoles y una corona. Tanto José como Laura disfrutaron -como enanos que son, cinco y seis años- muchísimo trasteando con los moldes y el fondant.
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