Esta semana Silvia me hizo una petición muy especial. El sábado bautizaban a su sobrino y también coincidía con el primer aniversario de boda de su hermano. Así pues, le apetecía llevarles algo especial para la doble celebración. Quería unas galletas, pero no de tamaño normal, sino extra grande en las que se viera reflejados ambos eventos. Por ello le hice un par de "galletonas" de veinte centímetros: una para los "novios" y otra para el pequeñín.
También aprovechó la ocasión para llevarle unas a Juan, su hijo. Le fascinan los caballos... y éste es el resultado.
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