Ya sé que publico la entrada un poquito tarde, pero quizá lo que voy a añadir en ella sirva para enmendar el entuerto. Como podéis leer en el título, se trata de un mousse de turrón. Es muy socorrido para cualquier momento puesto que es muy rápido de hacer y, desde mi punto de vista, es muy sabroso. Como novedad en el blog, voy a añadir la receta, así que espero que os animéis a probarla. Asimismo, nos servirá para poder utilizar los restos que nos queden de las Navidades, aunque sólo del turrón blandito. En mi casa antes no sabíamos qué hacer con él y no es que lo comprásemos, sino que venía en la cesta de navidad de mi padre. En cambio, ahora que ya está jubilado, ¡lo compramos! Puesto que nos encanta tomar de vez en cuando este mousse bien fresquito. Por cierto, no os desaniméis si no os gusta este tipo de turrón ya que cambia considerablemente tanto su textura como su sabor. Por lo menos, en mi casa siempre quedaba entero porque no le gustaba a nadie y ahora no nos llega a nada. Y fijaos en que decidimos hacerlo el mismísimo día de Navidad.
Tal y como os comentaba, voy a añadir la receta. Anita me la dio ya hace muchos años y nosotros disfrutamos cada año de este mousse, aunque preferiblemente en primavera u otoño ya que nos gusta que esté muy fresquito. Pues bien, los ingredientes son muy sencillos y suelen tenerse en casa.
Ingredientes:
- Medio litro de nata para montar
- 3 huevos
- 1 tableta de turrón de Jijona (del blandito)
En la receta original también le añaden azúcar, pero a mí me gusta así, sin más. Si, por el contrario, no os parece lo suficientemente dulce porque sois más golosillos que yo, podéis añadir azúcar al gusto (mejor si se la añadís al montar la nata).
Una vez listos los ingredientes, lo que hay que hacer es muy sencillo. En primer lugar hay que separar las claras de la yemas y montar aquéllas. Reservamos, pues, las claras montadas. A continuación desmenuzamos la tableta de turrón y, una vez terminemos, le añadimos las yemas batidas y mezclamos todo y también reservamos. En tercer lugar, montamos la nata y recordad que si queréis, en este paso se le puede añadir un poco de azúcar. Finalmente, mezclamos la pasta resultante de la mixtura entre el turrón y las yemas y la nata. Una vez listo, se le añade la clara montada. En este momento hay que procurar que bajen lo mínimo posible, por lo que deberemos mezclar cuidadosamente. ¡Y listo para degustar! Yo, en esta ocasión, le agregué un poquito de canela molida porque nos encanta tanta su sabor como su aroma, pero es totalmente opcional. Quien sabe, quizá os guste más con otra especia o tal cual.
En resumidas cuentas, los pasos que hay que seguir son los siguientes:
- Separa las claras de las yemas.
- Montar las claras
- Triturar el turrón
- Añadir las yemas batidas al turrón
- Montar la nata
- Mezclar la nata con la pasta resultante (turrón + yemas)
- Añadir cuidadosamente la claras.
- ¡A comer!
Espero que os guste y que os animéis a probarlo.
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