sábado, 27 de julio de 2013

Pet shop

      Ya hace alguna que otra semana que fue el cumpleaños de mi prima Inés, sin embargo, entre unas cosillas y otras ha sido realmente complicado subir las fotos de la tarta. Pero al fin me he dignado y ¡aquí están!

      A Inés le hacía mucha ilusión en esta ocasión que su tarta fuese de unos muñequitos la mar de salados. Para ser sincera, yo sólo se los he visto a ella, pero probablemente estén de moda. Pues bien, me dejó una bolsita con estas mascotas y me dijo que hiciese el animalito que me gustase, que eligiese yo y que la hiciese a mi gusto. ¡Una niña que iba a cumplir ocho años!

     




      Tras ver todos los muñecos me dio (conejos, ardillas, perros, gatos, mariposas...) me decanté por cuatro de ellos: la tortuga, el conejo, el caracol y la salamandra. A cada uno de ellos lo acompañé con algún elemento de su hábitat, por ejemplo:







       Al cumpleaños asistieron unos treinta y cinco niños y unos quince o veinte adultos. Los críos se lo pasaron en grande en la piscina cubierta, jugando en el césped con multitud de juguetes, en la cama elástica... Para mí fue una gran satisfacción el momento en el que llegó la tarta: ¡todos querían su pet shop! Sin embargo, era un poco complicado hacer tantos como niños, por lo que tuvieron que compartirlos.

      El bizcocho era de chocolate al vino tinto, con almíbar de naranja y canela y relleno de ganaché de chocolate. No fui la única que se inclinó por ese sabor, puesto que otra prima trajo unos deliciosos brownies.





      Ver la cara de los críos al ver la cara que ponen tras ver la tarta es la mejor parte de todo este laborioso trabajo. En esta ocasión sí que pude confirmar que mi regalo de cumple le había encantado a Inés. ¡Felices ocho años!







      

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